Postura de montaña. Con presencia, firme y erguida como una montaña.
Vamos junt@s a practicar TĀDĀSANA con algunos consejos.
La posición de los pies son la base de ésta y todas las posturas de Yoga. Si los cimientos son débiles, todo el resto lo será también.
- De pie y con los pies juntos y alineados. El peso del cuerpo se distribuye uniformemente entre ambos pies.
- Observa que el peso del cuerpo no recaiga ni sobre los talones ni sobre los dedos, sino en los arcos de los pies.
- Presiona el hueso del dedo gordo del pie contra el piso para levantar el arco interno y presiona el hueso del dedo pequeño para levantar el arco externo. Extiende los dedos desde su base con relajo
- Tobillos alineados entre sí.
- Activa rodillas, sube las rótulas, cómo encajando. Contrae cuádriceps.
- Alinea la pelvis. Los huesos pélvicos frontales suben y el cóccix desciende hacia el suelo para que la columna lumbar se pueda alargar.
- Extiende el pecho, proyectando esternón. Relaja hombros hacia atrás.
- Alarga el cuello.
- Los brazos extendidos al costado del cuerpo, con las palmas mirándose entre sí.
- Imagina que hay peso sobre la cabeza (como un libro) e intentas elevarlo. Con este ejercicio se aprender a estirar la columna.
- Mirada hacia el frente, justo a la altura de los ojos.
- Inhala y exhala con naturalidad.
TĀDĀSANA es muy útil para tener un cuerpo, una mente y un cerebro despiertos.