Esta postura está dedicada a Virabhadra, el héroe del Kumāra Sambhava, escrito por Kālidāsa. Esta āsana tiene tres variantes, cada una con distinta int
ensidad.
Hoy estudiaremos Virabhadrāsana I con algunos consejos.
• Desde Tādāsana, inhala y exhala con naturalidad.
• Lleva pie izquierdo largo atrás. Pies separados entre 120 y 130 centímetros.
• Alinea talones. El pie derecho (al frente) se mantiene con los deditos apuntando hacia delante y el pie izquierdo (atrás) gira ligeramente hacia adentro.
• Flexiona rodilla derecha, formando un ángulo de 90º.
• Estira ambos brazos y junta palmas sobre tu cabeza. Relaja hombros.
• Lleva la cabeza hacia atrás y mira pulgares. (Si es primera vez que practicas esta postura, mantén tu mirada hacia el frente).
• Ambas piernas se mantienen firmes y pies enraizados.
• Mantén los brazos estirados, elevando los músculos del pecho.
• Los huesos de la pelvis (cresta iliaca) deben estar paralelos entre sí y mirando de frente, sin inclinarse hacia algún lado.
• Inhala y exhala con naturalidad. Vuelve a Tādāsana y repite la postura desde el lado izquierdo. Al expandir el pecho, la respiración se vuelve más profunda.
Esta postura alivia la rigidez de los hombros y fortalece las piernas.
Trabajamos principalmente primer chakra muladhara (tierra): estabilidad/seguridad y cuarto chakra anahata (aire): amor/expansión/inspiración.
Hari OM.