Nació el 26 de agosto de 1929 al momento de atardecer, en el pequeño pueblo de Kot Harkarn, en el distrito de Gujaranwala en lo que es ahora Pakistán, parte de India en ese entonces.
Él fue el primer hijo nacido en una familia que había rezado por el nacimiento de un heredero varón por más de 25 años. Con una de esas oraciones, se había hecho una promesa que tal hijo sería llevado al Templo de Vaishno Devi para dar gracias por la bendición de su nacimiento y darle experiencia inmediata de ese lugar sagrado.
Así fue que ese pequeño bebe, Harbhajan Singh, fue atado al pecho de su padre, acurrucado debajo de la barba ondeante, y llevado por arriba de las laderas empinadas de la cueva de Vaishno Devi en cumplimiento de esa promesa sagrada. Aunque el joven Harbhajan Singh no era más que un bebe cuya edad aún era medible en días, en lugar de meses o años, el impacto de esa primera visita, lo sagrado de esa oración y la determinación para cumplir ese compromiso fueron eventos que formaron su filosofía entera y su experiencia de vida. Así, inició su práctica de visitar cada templo sagrado y hombre santo posible, y de seguir el estudio de todas las enseñanzas, escrituras y tecnologías de las religiones del mundo.
Estudió en el Ashrarn de Shivananda en Rishikesh (enseñanzas de Swami Vishnu Devananda y Swami Satchidananda) ese flujo eterno de Verdad que se conoce como Filosofía Vedantina y en varias escuelas de Hatha Yoga.
En 1947, a los 18 años de edad, durante los conflictos limítrofes entre Pakistán e India, lideró a 7.000 personas de su pueblo a un lugar cercano a lo que hoy es Lahore, Pakistán, 325 millas de Nueva Delhi, India. Llegando sólo con la ropa que llevaba en su espalda, sin dinero ni hogar, su familia y él pudieron salir adelante con trabajo, dedicación, valor y voluntad. Luego, tuvo la oportunidad de continuar su educación en la Universidad de Punjab. Se destacó en sus debates y en deportes, participando en fútbol y hockey, adquiriendo el sobrenombre de «muralla china» por sus contrincantes. Además de su tendencia hacia la búsqueda espiritual, Harbhajan Singh también se centró en su sentido de deber y responsabilidad hacia la familia y su comunidad.
Contrajo matrimonio a los 24 años con Sardarni Inderjit Kaur. Pudo percibir en ella su comportamiento piadoso y su gran capacidad de sacrificio, que haría posible el auto-sacrificio hacia su esposo para el bien de su futura misión. En 1950, se graduó con honores en Licenciatura y Maestría en Economía en la Universidad de Punjab. Posteriormente fue Oficial al servicio del Gobierno de la India durante 18 años. En este trabajo ganó reputación de absoluta honestidad e integridad, así como respeto y admiración por su estilo de vida y pensamiento yóguico. Es aquí, donde se le empezó a llamar Yogi Bhajan, cariñosamente «Yogi Ji».
Su padre era médico. Desde temprana edad expreso gran afinidad por la medicina natural ayurvédica y mostró gran sensibilidad por todo tipo de conocimientos ancestrales. Su madre y su abuela eran mujeres de voluntad indomable y adherida a sus principios. Como único niño estudió en un convento católico para niñas. De estas dos experiencias Harbhajan Singh desarrolló los conceptos elevados que siempre enseñó acerca de la mujer.
Su santo abuelo, Sant Bhai Ji le contaba historias que lo inspiraban a vivir una vida recta encontrando su fortaleza espiritual y renunciando a su naturaleza pasional. De él aprendió los preceptos devocionales de Sikh Dharma.
Cuando tenía 8 años, comenzó sus entrenamientos yóguicos. Harbhajan Singh se perfeccionó en la ciencia de Kundalini Yoga junto con la asistencia a la preparatoria y a la práctica de deportes. Su maestro espiritual, Sant Hazara Singh, era increíblemente estricto y exigente, construyó en él temple y fortaleza espiritual, ejemplo del vivir más allá de nuestras limitaciones auto – impuestas y realizar nuestro potencial humano total, nombrándolo Maestro de Kundalini Yoga cuando tenía 16 años y medio.
