Āsanas

Sālamba Sarvāngāsana o postura de la vela

Las āsanas de invertidas presentan un grado mayor de dificultad al momento de realizarse. Pero sus beneficios son trascendentales para la vida, observándolo desde el plano material y espiritual. Sālamba (soporte) Sarvāngāsana (todo el cuerpo). Esta postura entrega beneficios para todo el cuerpo. Se le considera la madre de todas las āsanas. Desarrolla las cualidades femeninas de la paciencia y la estabilidad emocional. Debido a la posición invertida la sangre venosa llega al corazón, para ser renovada sin esfuerzo alguno gracias a la fuerza de la gravedad. La sangre oxigenada circula por la zona del pecho, alivia la falta de aliento, el asma, la bronquitis, los problemas en la garganta y las palpitaciones. Esta postura es ideal para la anemia y la falta de vitalidad. Gracias al cierre que se crea con la barbilla, las glándulas tiroides y paratiroides se irrigan abundantemente, con lo que mejora su eficacia, favoreciendo un buen equilibrio en el cuerpo y en el cerebro. La cabeza permanece firme gracias al cierre de la barbilla, los nervios se relajan, se calma el cerebro y desaparecen los dolores de cabeza. Es muy relajante para el sistema nervioso, y se recomienda para los momentos de preocupación, irritabilidad, fatiga o cuando se padece insomnio o agotamiento nervioso. Es excelente para la digestión y la eliminación, para liberar al cuerpo de toxinas y para curar el estreñimiento, las úlceras intestinales, la colitis y las hemorroides. Corrige los trastornos urinarios, el desplazamiento del útero y los trastornos menstruales. Entrega paz, fuerza y vigor a quien la practica y se recomienda como el mejor tratamiento de recuperación tras una larga enfermedad.

Hari OM.

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